Nada nuevo bajo el sol

Nos reunimos con «Coín por el desarrollo sostenible»

31/01/2024

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El pasado miércoles 24 de enero, recibimos en el espacio colaborativo “La Embajada” a portavoces de Coín por el Desarrollo Sostenible, dando cumplimiento a nuestro compromiso de atender a los colectivos locales y que tengan la oportunidad de ser escuchados en un ambiente cortés.

Tras escuchar atentamente la exposición de sus puntos de vista sobre cuestiones relacionadas con el desarrollo de Coín y constatar que se trata de un grupo de personas que se  postulan voluntariosamente en defensa del proyecto “Trascendence” y los intereses privados de sus promotores, podemos destacar tres cosas:

En primer lugar, que el concepto de sostenibilidad está siendo objeto de un uso malintencionado por iniciativas que lo utilizan para enmascarar, bajo frases como “aumentar la eficiencia energética”, “optimizar el uso de recursos naturales” o “mejorar la huella de carbono”, los graves impactos ambientales de determinadas actividades económicas. En este sentido, para vender las bondades del proyecto “Transcendece”, los portavoces de Coín por el Desarrollo Sostenible negaron reiteradamente datos que cuestionan la viabilidad del mismo, incluso cuando estos datos son tan contrastables como que los caudales actuales que abastecen a la agricultura son diez veces menores que los caudales históricos, o que Matagallar es una de las zonas más vulnerables a la contaminación del acuífero, tal y como establece el propio Plan Hidrológico de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas.

En segundo lugar, pudimos comprobar que nuestro modelo de desarrollo, un modelo progresista que rechaza la caduca defensa del crecimiento ilimitado, resulta totalmente irreconciliable con el modelo que defienden los portavoces de Coín por el Desarrollo Sostenible y que, en un contexto de crisis climática persistente, continúa apostando por las mismas recetas del crecimiento económico a cualquier precio. Solo podemos plantear nuestro más firme rechazo a estos planteamientos que aplauden vacías promesas de empleo y riqueza a costa de poner en alto riesgo nuestro bien más preciado: el agua que sostiene la vida y el bienestar de nuestro pueblo y sobre la que hemos construido la  identidad y cultura de Coín.

La tercera cuestión es la sensación de que todo lo que se nos proponía era una historia repetida, una crónica ya contada y que tan hábilmente dibujó Berlanga en su película “Bienvenido Mr. Marshall”. En esta reunión pudimos hacernos conscientes de cómo un sector minoritario de la población, se entrega sin contemplaciones en pos de un porvenir “fascinante”, creado artificiosamente sobre sus anhelos, esperanzas y ambiciones personales,  confiando  más en las promesas falaces de unos desconocidos inversores (o no tanto) antes que empeñarse en crear una prosperidad colectiva  y sostenible construida codo a codo con sus vecinos y vecinas.

La pregunta obvia es si, al final, las ciudadanas y ciudadanos saldremos a la calle llevando pancartas reivindicativas que  reclamen la protección de nuestro futuro, o si, por el contrario, seremos testigos pasivos de un desfile con banderitas al paso de los especuladores que expolian nuestro territorio.